Las capas de estructuras que apoyan a los individuos y familias

¿Qué apoyos ha dañado la pandemia y qué podemos hacer?

Qué está sintiendo usted hoy? ¿Desesperación, temor, ansiedad, pánico, confusión, desamparo, soledad, rabia?  Muchos sentimos que estamos a punto de estallar, a veces sin siquiera tomar en cuenta los efectos a largo plazo del distanciamiento físico provocado por la pandemia.

En el mundo actual, a menudo nos sentimos desconectados de la comunidad, de la naturaleza y del mundo todo. En una sociedad individualista como los Estados Unidos a veces es difícil darnos cuenta de que esa desconexión es contraria a la evolución de nuestra especie. Hemos evolucionado para desarrollarnos adecuadamente con el apoyo de una red de conexiones. La siguiente “teoría de sistemas ecológicos” contribuye a explicar por qué estamos todos tan mal, y a sugerir qué podemos hacer.

Sistema ecológico de apoyos

Sistemas ecológicos de apoyo Fuente: Darcia Narváez

Urie Bronfenbrenner, un exiliado ruso y célebre psicólogo evolutivo, observó que la comunidad de apoyos de los Estados Unidos era comparativamente más débil (Bronfenbrenner, 1972), por lo cual emprendió varias investigaciones y elaboró una descripción, ahora famosa, de los tipos de influencias sociales que inciden en el desarrollo de la infancia (Bronfenbrenner, 1979). Idealmente, todos los niveles deberían ser consistentes en cuanto a su mensaje y servir de apoyo a los niños y niñas. Aunque él se enfocó principalmente en la infancia, todos los niveles afectan a las personas a cualquier edad.

Cronosistema

El cronosistema se refiere a una era en particular, tal como la de una guerra mundial o depresión económica, que influyen en el funcionamiento de una cultura y de su población. La pandemia representa un periodo de ese tipo.

El cronosistema (esto es, la pandemia) ejerce una influencia generalizada sobre cualquier otro sistema. Junto a la agitación social provocada por las dificultades económicas, el racismo, las manipulaciones informativas y la inestabilidad del clima, este periodo es muy estresante para casi todo el mundo.

¿Qué podemos hacer? ¿Qué otra cosa podemos hacer, además de fortalecer nuestros sistemas inmunes, vacunarnos y mantener la distancia física? Podemos tomar conciencia del papel que el mundo moderno ha jugado en la creación de un contexto pandémico (p.ej., a través de la deforestación) y revertir ese tipo de prácticas, para no agravar la situación.

Macrosistema

El macrosistema (la sociedad, las prácticas y valores de la cultura y de sus principales subgrupos) influye de un modo general sobre el comportamiento, como cuando un inmigrante aprende los valores y comportamientos de su nueva cultura. Las distintas culturas y subculturas enfatizan distintos aspectos de la vida, como por ejemplo las destrezas musicales o deportivas.

Durante la pandemia, los valores y prácticas culturales que enfatizan la independencia, la autosuficiencia y criar a los niños mediante un enfoque de “hágalo usted mismo”, han puesto a muchos frente a una misión imposible, como si uno pudiera mantenerse en el aire halándose a sí mismo por el pelo. La presión sobre las familias, especialmente sobre las madres que están tratando de mantener juntas las piezas de su convivencia es abrumadora.

¿Qué podemos hacer? Podemos dar un giro a nuestra visión de la ciudadanía y la comunidad, hacia un mayor apoyo mutuo en lugar del paternalismo y negligencia actuales.

Exosistema

El exosistema representa las instituciones que no son experimentadas directamente por la persona en desarrollo (p.ej., el lugar de trabajo de los padres y sus relaciones sociales) pero que afectan indirectamente a su bienestar. La televisión (y ahora también internet y las redes sociales) son parte del exosistema porque se originan fuera del hogar. Sobre la televisión, Bronfenbrenner escribió lo siguiente, en los años 70, cuando mostraba mucho menos violencia que hoy día:

“Como los brujos de antaño, la televisión lanza su hechizo mágico, congelando el habla y la acción y convirtiendo a los seres vivientes en estatuas, mientras dure el encantamiento. El principal peligro de la pantalla televisiva no se halla tanto en los comportamientos que provoca, como en los que evita —las charlas, los juegos, las festividades y discusiones familiares a través de las cuales tiene lugar gran parte del aprendizaje del niño y se forma su carácter—” (Bronfenbrenner, 1979, p. 242).

La pandemia ha aumentado el tiempo dedicado a actividades en línea, potenciando la influencia de las pantallas en cuanto al aprendizaje y al entretenimiento.

¿Qué podemos hacer? Idealmente, los niños pueden ser enviados afuera, a explorar el complejo mundo natural o exosistema original de nuestra especie, una profunda experiencia de aprendizaje, en sí misma. Si esto no se puede hacer sin generar un estrés adicional, se puede ensayar la Danza de EcoApego, 28 días de actividades para fortalecer la conexión con la naturaleza.

Mesosistema

El mesosistema representa las interrelaciones de valores y experiencias entre dos o más entornos en los cuales el niño pasa tiempo activamente: la casa, el centro de cuidado, la escuela, la iglesia o templo. Los niños o niñas se mueven de un entorno a otro en “transición ecológica” (Bronfenbrenner, 1979, p. 210). Idealmente, estos entornos comparten conocimientos y comunicaciones a través de terceras partes. Mientras más vinculaciones haya entre los distintos entornos, mejor. El desarrollo infantil se beneficia de un mayor número de experiencias diádicas (entre dos personas) diferentes (p.ej., con personas de distintos perfiles sociales) en cada entorno. Las experiencias diádicas con una misma persona a través de distintos entornos también favorecen el desarrollo infantil.

El bienestar adulto también se ve afectado por el mesosistema. Los padres, por ejemplo, son influenciados por la forma en que los cuidadores o maestros les contactan o les brindan apoyo educativo, integrándoles en una red de conexiones. Los padres que trabajan se benefician de horarios laborales flexibles y de previsiones satisfactorias para el cuidado de niños pequeños. Las investigaciones de Bronfenbrenner indicaban que las madres que trabajaban encontraban en sus empleos una fuente de realización personal.

En cambio, la alienación de infantes y adolescentes, según los estudios de Bronfenbrenner (1979), se deben al “quiebre de las interconexiones entre los diversos segmentos de la vida infantil —la familia, la escuela, los grupos de pares, el vecindario, y el atrayente, aunque también muy a menudo indiferente o excluyente mundo del trabajo—” (p. 231). Bronfenbrenner no mencionó a las redes sociales, otra potencial fuente de alienación, porque para aquel entonces no existían.

Un caso particularmente revelador, discutido por Bronfenbrenner (1979), fue el de una casa-hogar para ancianos que iba a ser cerrada, por lo cual sus residentes iban a ser mudados. Un estudio encontró que aquellos que se deprimieron o negaron su pena era más probable que sufrieran una “muerte temprana” (en comparación con los promedios esperados) que aquellos que expresaron ira o aceptación.

La pandemia ha obligado a cerrar entornos alternativos al hogar, tales como escuelas, equipos deportivos, clubes, iglesias o templos. Y en el caso de los adultos, a menudo también los lugares de trabajo presencial.

¿Qué podemos hacer? Podemos encontrar formas creativas de fomentar bienestar comunitario, por ejemplo, programando encuentros comunitarios o días de juego al aire libre, que nos mantengan conectados, aunque con las necesarias precauciones o distancia física. O como hicieron en Dinamarca, podemos hacer música juntos —cantando juntos en línea, o al aire libre—. Durante la pandemia, el sistema danés de radiodifusión organizó jornadas de canto en las cuales participó una quinta parte del país.

Microsistema

El nivel del microsistema se refiere a las experiencias directas del niño en la familia, el centro de cuidado diario o la escuela. El foco recae en un entorno y las experiencias —actividades, relaciones— que se dan allí. En el caso de adultos, también, el microsistema se refiere a las relaciones directas.

La pandemia ha significado el cierre de los microsistemas para todos, golpeando con más fuerza a los padres y madres cuyos infantes requieren mucha atención y no pueden estar junto a sus amigos, demás familiares, equipos deportivos o en otras actividades.

¿Qué podemos hacer? Podemos encontrar formas de ayudar a quienes sabemos que están sobrecargados con múltiples responsabilidades simultáneas (trabajo, actividades escolares en casa, cuidado de familiares, tareas del hogar). Las familias que se hallan en estas difíciles situaciones pueden encontrar formas de ayudar a calmarse y pensar con claridad (p.ej., 28 Días de Auto-Calma). Estimular el nervio vago, lo cual promueve la salud, se puede lograr cantando solo o acompañado (incluso tarareando), respirando abdominalmente o con el estómago (en Youtube hay abundantes videos sobre cómo hacerlo), y riendo a carcajadas (encuentre maneras de hacer que los miembros de la familia se rían estrepitosamente).

Individual

El desarrollo individual es la última pieza del rompecabezas: cómo la trayectoria del niño o niña es moldeada por la experiencia. En ese proceso la epigenética (que da forma a la expresión de los genes) juega un papel muy importante, además de muchos otros factores que discutimos en EvolvedNest.org.

 

Conclusión

Estos niveles sociales influyen sobre el bienestar de todos, sin importar su edad. Hemos evolucionado con la necesidad de apoyo social, y para preservar nuestro bienestar seguimos necesitando ese apoyo, especialmente a temprana edad, pero en general durante toda la vida. Cualquier cosa que podamos hacer para promover el bienestar entre unos y otros es una valiosa meta que nos deberíamos plantear todos los días.

En general, la pandemia ha revelado cuán inadecuadas son nuestras formas de dar apoyo a las familias con niños o niñas. ¿Qué podemos hacer? Podemos involucrarnos más en la política, influyendo sobre nuestros líderes para que le den más apoyo a las familias y a los pequeños; por ejemplo, enviando cheques mensuales a los padres, u ofreciendo servicios de cuidado diario que sean excelentes pero también asequibles —especialmente en el lugar de trabajo—, o proporcionando permisos familiares remunerados, al menos durante el primer año de vida de los niños y niñas —ideas que están circulando en Washington D.C. hoy día—.

Referencias

Bronfenbrenner, U. (1972).  Two worlds of childhood: US and USSR. New York: Simon & Schuster. [Hay versión en castellano: Educación de los niños en dos culturas. Visor, 1993].

Bronfenbrenner, U. (1979).  The ecology of human development.  Cambridge, MA: Harvard University Press. [Hay versión en castellano: La ecología del desarrollo humano. Paidós, 2002].

Leave A Reply

Your email address will not be published.